Venga señores que se acaba el año, y aún quedan unas horas para ver quien la larga mas descabellada, digo, la barbaridad claro.
Parece ser que pallasear a finales de año da mas prestigio, y al mismo tiempo cala mas en los oyentes, que dicho sea de paso estamos esperando a última hora, la estupidez del año que acaba.
He de decir que respeto la libertad de pensamiento de los demás. Por supuesto también la de expresión. Pero como no soy un borrego, lo que no me gusta lo digo.
Entrando a “trapo”, yo supongo que a estas horas Bernardo ya estará pensando el daño que ha hecho a la sociedad, largando en contra de la dignidad humana. Consecuentemente estará también pensando como, y de que bella forma pide perdón.
Pídalo por Dios.
Desde mi modesta postura se lo pido. Concédame este regalo.
Pero creo que no lo va a hacer, y ¿sabéis porqué amigos míos, o no?, porque la barbaridad, Bernardo, la suelta horas antes de una macro-fiesta-concentración en Madrid, donde allí se van a escuchar gritos histéricos de "lobos esteparios", "dobermanes", y "tiranosaurios rex’s" parecidos o peores, y que lo dicho por el Obispo se va a quedar en un refresquito.
Con la gran humareda, o fumata de Madrid de este domingo, se intentará camuflar la brofegada de este representante de la Iglesia Católica en Tenerife, y a preparar la siguiente.
Yo no quería pensar que una Iglesia que huele a rancio, nuevamente desde hace unas décadas, iba a actuar como lo está haciendo, ósea, como el peor de los populismos, sacando sus huestes a la calle, con y como la derechona de siempre.
Pero por lo visto esto es lo que mejor saben hacer, y lo que mas parroquia les da.
Pero al hilo, las palabras del obispo son graves.
Decir a estas alturas que “la homosexualidad perjudica a las personas y a la sociedad”, y echar la culpa a los menores, “porque estos consienten los abusos que sobre ellos se hace, y que si te descuidas te provocan”, ha sido la barrabasada mas increíble que se haya podido decir por un alto clérigo.
Bernardo es un ser humano, piensa, y que piense lo que le venga en gana, es libre. Pero su posición, a mi juicio, debe de estar por encima del bien y del mal, y siempre que su opinión vaya a herir a gran parte de esta sociedad, que así ha sido, debe de ser más cauto.
Su misión se ha visto truncada atacando de esa forma a los que no comulgan con sus ideas, o pensamientos. En este caso, “atacar” es de cobardes, y el obispo lo ha sido.
Bernardo se ha querido tapar con la capa de Dios, y ni la Conferencia Episcopal, ni el Vaticano se han pronunciado. Silencio. El que calla otorga.
Otros piden que lo excomulguen, que lo cesen. No seré yo quien opine al respecto, pero manifiesto mi preocupación, por lo que sea. Porque me lo pide el cuerpo, porque creo que estoy comprometido con mi pensamiento.
Me preocupa, si, me preocupa este ataque a la libertad, este ataque a la condición sexual de las personas, me preocupa este ataque a los menores que siempre son los mas perjudicados.
Esta Iglesia no merece esta parroquia.
La Iglesia hoy está en la onda de la agresividad, unos hablando, otros callando.
La Iglesia se ha sumado a aquello de “ya todo vale”. Y eso no conviene a una sociedad que entre todos, si, todos, desde dentro y desde fuera, la podemos hacer mas tolerante.
Pero la Iglesia Católica no ayuda. Bien al contrario, guerrea contra la tolerancia.
Y yo me pregunto,
¿De donde nace este odio hacia los que piensan diferente?
¿Por qué no los quieren suyos, en su seno?
¿Por qué no los aman, como hermanos que son también, católicos o no?
¿Por qué no se pregunta el obispo como actuaría Jesucristo ante los homosexuales?
¿Es que las personas que son homosexuales no son hijos de Dios?
¿Lo son del diablo?
¿Sabe el obispo que la homosexualidad no es ninguna enfermedad, que no es ninguna “condición” del ser humano?
¿Sabe el obispo que la homosexualidad es una forma de amar, y que no es un vicio que se deba, ni se puede corregir en el ser humano?
¿Sabe el obispo que el amor, el respeto, y la tolerancia, son los pilares de una sociedad pacifica y justa, amparada en la doctrina de Jesucristo?
Bernardo, al margen de los de “arriba”, pise la tierra, reflexione, y una vez en sus cabales, rectifique.
Discúlpese. Pida perdón y perdone a los que callan.
Bernardo, sea humilde, es lo que Cristo espera de ti.
De lo contrario, pasará a la historia como el obispo que se le quemó el obispado de Tenerife al poco de tomar posesión, el obispo que dijo la barrabasada mas grande de los últimos tiempos modernos, y ya dicen, el obispo que cada vez que va al fútbol a ver el Tenerife, éste, pierde en casa.
Con Dios.
Andreu Fos (FUCK BUSH !!)
P.D.: a mis dos queridos lectores de siempre, y a los otros dos amados, y cuantos quieran, deciros que queda abierta la página para vuestras opiniones. Os espero.
Parece ser que pallasear a finales de año da mas prestigio, y al mismo tiempo cala mas en los oyentes, que dicho sea de paso estamos esperando a última hora, la estupidez del año que acaba.
He de decir que respeto la libertad de pensamiento de los demás. Por supuesto también la de expresión. Pero como no soy un borrego, lo que no me gusta lo digo.
Entrando a “trapo”, yo supongo que a estas horas Bernardo ya estará pensando el daño que ha hecho a la sociedad, largando en contra de la dignidad humana. Consecuentemente estará también pensando como, y de que bella forma pide perdón.
Pídalo por Dios.
Desde mi modesta postura se lo pido. Concédame este regalo.
Pero creo que no lo va a hacer, y ¿sabéis porqué amigos míos, o no?, porque la barbaridad, Bernardo, la suelta horas antes de una macro-fiesta-concentración en Madrid, donde allí se van a escuchar gritos histéricos de "lobos esteparios", "dobermanes", y "tiranosaurios rex’s" parecidos o peores, y que lo dicho por el Obispo se va a quedar en un refresquito.
Con la gran humareda, o fumata de Madrid de este domingo, se intentará camuflar la brofegada de este representante de la Iglesia Católica en Tenerife, y a preparar la siguiente.
Yo no quería pensar que una Iglesia que huele a rancio, nuevamente desde hace unas décadas, iba a actuar como lo está haciendo, ósea, como el peor de los populismos, sacando sus huestes a la calle, con y como la derechona de siempre.
Pero por lo visto esto es lo que mejor saben hacer, y lo que mas parroquia les da.
Pero al hilo, las palabras del obispo son graves.
Decir a estas alturas que “la homosexualidad perjudica a las personas y a la sociedad”, y echar la culpa a los menores, “porque estos consienten los abusos que sobre ellos se hace, y que si te descuidas te provocan”, ha sido la barrabasada mas increíble que se haya podido decir por un alto clérigo.
Bernardo es un ser humano, piensa, y que piense lo que le venga en gana, es libre. Pero su posición, a mi juicio, debe de estar por encima del bien y del mal, y siempre que su opinión vaya a herir a gran parte de esta sociedad, que así ha sido, debe de ser más cauto.
Su misión se ha visto truncada atacando de esa forma a los que no comulgan con sus ideas, o pensamientos. En este caso, “atacar” es de cobardes, y el obispo lo ha sido.
Bernardo se ha querido tapar con la capa de Dios, y ni la Conferencia Episcopal, ni el Vaticano se han pronunciado. Silencio. El que calla otorga.
Otros piden que lo excomulguen, que lo cesen. No seré yo quien opine al respecto, pero manifiesto mi preocupación, por lo que sea. Porque me lo pide el cuerpo, porque creo que estoy comprometido con mi pensamiento.
Me preocupa, si, me preocupa este ataque a la libertad, este ataque a la condición sexual de las personas, me preocupa este ataque a los menores que siempre son los mas perjudicados.
Esta Iglesia no merece esta parroquia.
La Iglesia hoy está en la onda de la agresividad, unos hablando, otros callando.
La Iglesia se ha sumado a aquello de “ya todo vale”. Y eso no conviene a una sociedad que entre todos, si, todos, desde dentro y desde fuera, la podemos hacer mas tolerante.
Pero la Iglesia Católica no ayuda. Bien al contrario, guerrea contra la tolerancia.
Y yo me pregunto,
¿De donde nace este odio hacia los que piensan diferente?
¿Por qué no los quieren suyos, en su seno?
¿Por qué no los aman, como hermanos que son también, católicos o no?
¿Por qué no se pregunta el obispo como actuaría Jesucristo ante los homosexuales?
¿Es que las personas que son homosexuales no son hijos de Dios?
¿Lo son del diablo?
¿Sabe el obispo que la homosexualidad no es ninguna enfermedad, que no es ninguna “condición” del ser humano?
¿Sabe el obispo que la homosexualidad es una forma de amar, y que no es un vicio que se deba, ni se puede corregir en el ser humano?
¿Sabe el obispo que el amor, el respeto, y la tolerancia, son los pilares de una sociedad pacifica y justa, amparada en la doctrina de Jesucristo?
Bernardo, al margen de los de “arriba”, pise la tierra, reflexione, y una vez en sus cabales, rectifique.
Discúlpese. Pida perdón y perdone a los que callan.
Bernardo, sea humilde, es lo que Cristo espera de ti.
De lo contrario, pasará a la historia como el obispo que se le quemó el obispado de Tenerife al poco de tomar posesión, el obispo que dijo la barrabasada mas grande de los últimos tiempos modernos, y ya dicen, el obispo que cada vez que va al fútbol a ver el Tenerife, éste, pierde en casa.
Con Dios.
Andreu Fos (FUCK BUSH !!)
P.D.: a mis dos queridos lectores de siempre, y a los otros dos amados, y cuantos quieran, deciros que queda abierta la página para vuestras opiniones. Os espero.
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